La Dra. Valeria Quiroga es una médica especializada en Psiquiatría Infanto-juvenil y nos cuenta cómo es el abordaje desde esa especialidad:
“Ante todo, usted está llevando a su hijo a un médico. La psiquiatría es una especialización de la carrera de Medicina, que se orienta a las manifestaciones conductuales, afectivas, cognitivas y de las funciones ejecutivas superiores del cerebro de los seres humanos. Por lo cual la mirada del medico psiquiatra es una mirada científica.
Un Médico Psiquiatra de niños y adolescentes cuenta con las herramientas necesarias para arribar a un diagnóstico diferencial orientado, dado que hay muchos síntomas del área afectiva, emocional, cognitiva o del comportamiento que pueden tener sus orígenes en enfermedades médicas.
Enfermedades tales como epilepsias, tumores, procesos autoinmunes, hipertiroidismo, anemia, intoxicaciones y un sin fin de complejos médicos, pueden tener manifestaciones “psiquiátricas”.
Así mismo un médico especializado en salud mental infanto-juvenil posee las habilidades necesarias para el abordaje de conflictivas familiares, escolares y sociales:
Negativa a ingresar a la escuela o separarse de su madre o padre, problemas de aprendizaje, problemas de conducta o de relación con compañeros o docentes, aislamiento social, bulimia, anorexia, tics motores, conductas compulsivas, obsesiones, tristeza, enojo, crisis de ira, agresividad, agresión hacia su propia persona con cortes en el cuerpo, sobre ingesta de medicamentos o franca conducta suicida.
Los Síntomas Psiquiátricos pueden obedecer a múltiples causas tales como enfermedades médicas no diagnosticadas o cuadros psiquiátricos clásicos como esquizofrenia, enfermedad bipolar, trastornos de Ansiedad, Depresión entre otros, que requieren un diagnóstico correcto y un tratamiento integral.
Es bien conocido que las enfermedades psicológicas y psiquiátricas que sufren los adultos tienen sus orígenes en etapas del desarrollo infantil que no fueron diagnosticados ni tratados, cronificando y llevando a una vida de deterioro y reiterados fracasos en múltiples áreas de la vida de un ser humano, sea profesional, amorosa, relacional o social.
Es vital que los cuidadores reflexionen acerca de la importancia de ayudar de manera precoz a sus hijos para así garantizar su mejor desarrollo y calidad de vida.